El método de arte y cultura de MOA es básicamente una invitación de Mokichi Okada a retornar a la práctica y apreciación artística como una manera de depurar la personalidad y a la vez vincularnos con la naturaleza. Mediante su método postula “la elevación de la espiritualidad a través del contacto cotidiano con la belleza del arte y de la naturaleza” en un camino espiritual de perfeccionamiento (Do).

El método de arte cultura (MAC), destaca la experiencia de la belleza como experiencia espiritual que genera vínculos/lazos también espirituales. Experiencia de la belleza que implica  disfrute y gratitud y encamina a una vida más plena. 

El MAC  se ocupa de brindar la oportunidad de experimentar el “poder transformador de la belleza”  y reconocer los cambios que este propicia. En especial, estrechando el vínculo con el arte, particularmente aquel que nos sorprende, emociona y nos transforma desarrollando la sensibilidad, que nos hace más conscientes de la belleza en todas sus formas, nos conduce a ser mejores personas, a buscar la paz y la felicidad de todos. Surge naturalmente el sentimiento de compartir con otros la experiencia, se percibe así el crecimiento espiritual a través de la belleza que nos impulsa a buscar la felicidad también de otros.

El MAC se ocupa de acompañar en el desarrollo de la capacidad de percibir y apreciar la belleza así como reconocer aquello que se disfruta en la vida diaria. Implica ejercitar el estar presente, en cuerpo, mente y espíritu y alcanzar un estado de mayor conciencia, empatía y conexión con el entorno. A la vez, mediante la experiencia de “disfrutar la belleza que transforma” en las cosas simples y sutiles de la vida cotidiana (como compartir una taza de té) y reconocer en nosotros mismos la aparición del sentimiento de “querer compartir con otros”, elegimos repetirlas e incluirlas en nuestra vida ya que sentimos, con su disfrute, que nos acercan a la felicidad.

El MAC se ocupa, además de ejercitar el estar presente (aquí y ahora) y de cultivar la valoración del momento presente como único, irrepetible y efímero, el poner  atención cuando disponemos el sentimiento de “querer compartir con otros”, impulsando alguna acción que realizamos. De esta forma, conscientes, vamos reconociendo que carga de sentido la vida, transitando hacia una vida con belleza.

El MAC acompaña los procesos de cambio e incorporación de la belleza y arte en la vida cotidiana, proponiendo pequeños auto desafíos y prácticas  a modo de exploración, y esfuerzo consciente de cada uno para alcanzar un estado de mayor bienestar para sí mismos y su entorno. De este modo, por ejemplo, el realizar una acción con sentimiento, con cuidado en los detalles estéticos, en sintonía con la estación del año, cocinar y presentar bellamente para comer, hacer un arreglo floral que reciba en la puerta o acompañe en un escritorio donde se trabaja arduamente, son todas expresiones de la belleza presente y cercana en la vida diaria, que hacen de la vida una obra de arte que nos emociona.

El MAC promueve el proceso de autoconocimiento, a partir del reconocimiento de aquello que disfrutamos en la vida y lo que nos llena de energía y propósito, a modo de que cada uno vaya definiendo con una mirada de autocuidado, el estilo de vida propio que sea saludable física, mental y espiritualmente. Se propicia un camino de transformación enfocado en la conciencia del disfrute y significado o sentido del quehacer en la vida.