HOGARES
PLENOS DE
BELLEZA
Hacia un “hogar pleno de belleza”
MOA Internacional promueve avanzar hacia sociedades bellas y pacíficas, encaminadas a ser una civilización que valore la “verdad, virtud y belleza” como sustento de una convivencia que respeta y resguarda la vida. Su acción en el mundo, con base en la filosofía y los proyectos impulsados por el maestro Mokichi Okada (23 de diciembre de 1882 a 10 de febrero de 1955), se dedica a aunar conciencia y acción con estos propósitos.
El maestro inicia este movimiento, entre otras acciones, fundando el prototipo del “mundo ideal de la belleza”, considerado como modelo para crear una nueva civilización, se concretó en las ciudades de Hakone, Atami y Kyoto, lugares para ser visitados e influir en su difusión. Con el propósito de extenderlo, también estableció y propuso tres emprendimientos que actualmente MOA promueve: la “terapia depurativa estilo Okada”, “agricultura, alimentos naturales” y “disfrutar de la belleza”. Métodos a través de los cuales inició su proyecto para hacer feliz primeramente a cada uno de los individuos, embellecer sus hogares y hacerlo extensivo a la comunidad, la sociedad, las naciones y al mundo entero.
MOA continua con el proyecto del maestro, tomando en cuenta el prototipo del mundo ideal lleno de la salud, riqueza y la armonía como “hogar pleno de belleza” y sus actividades están enfocadas en la construcción del mismo.
“Será suficiente, con que el mundo esté lleno de hogares libres de enfermedad, miseria y conflicto. En ese momento, el mundo, por primera vez, gozará de la paz verdadera”. (4 de febrero de 1935)
El maestro Okada insiste en forma clara y sencilla que basta con que un hogar sea feliz para crear una nueva civilización y para ello comenta lo siguiente: “A pequeña escala un individuo o un hogar debe ser feliz y eso es todo”. “El detectar todas las causas de la infelicidad permitirá crear un mundo feliz. Un mundo en el que no haya enfermedades, miserias ni conflictos. En el que todo esto sea eliminado”.
En relación al ser humano, consiste en la belleza espiritual, de sus sentimientos, por supuesto sus palabras y actitudes que deberán ser bellas.
“Esto es la belleza individual, la cual ampliada hace nacer la belleza social, es decir, las relaciones humanas se volverían bellas, así como también las viviendas, las carreteras, los medios de transporte, y las plazas públicas. Por supuesto que como es natural que la limpieza acompañe a lo bello, y en gran escala la política, la educación y las relaciones económicas se volverán bellas y limpias, de la misma forma que deberán ser las relaciones diplomáticas entre los países”. (“Consideraciones sobre el paraíso en la tierra”, 3 de junio de 1950)
En primer lugar, el origen para construir el paraíso (mundo de la belleza) es uno mismo. Uno mismo debe volverse paradisíaco (bello). Pero es imposible que repentinamente su hogar y su entorno se vuelvan paradisíacos (bellos). Por ello, se ha de empezar con su propio sentimiento, que es el origen, volviéndolo paradisíaco. Obrando así, como la familia, el país y el mundo se volverán paradisíacos, es preciso, en primer lugar volver paradisíaco (bello) el propio sentimiento. (25 de febrero de 1952)
“El paraíso en la tierra, nuestro objetivo final, es un mundo de arte”, “un mundo exento de enfermedad, miseria y conflicto”, “un mundo pleno de verdad, virtud y belleza”, en el cual “el ser humano seguirá la verdad, amará la virtud y detesta el mal; así todas las cosas se volverán bellas”, y todo esto Okada lo explica sintetizado en el concepto de “belleza”. Concretamente, los prototipos del paraíso en la tierra, que Okada construyó para realizar su proyecto, representan esta idea del “Mundo de la Belleza”, asimismo también propuso al “arte de la belleza, de la agricultura y de la vida”
Entonces comencemos la transformación para convertirnos en: “seres humanos cuyos sentimientos, palabras y acciones sean bellas” y a su vez, nuestros hogares, lugares de trabajo y comunidades, etc, también se tornen bellos, pacíficos y felices.